Mentalmente no es fácil superar un cáncer, y menos a los catorce años. Albert no explica con detalles muy curiosos y en momentos delicados, cómo superar esta enfermedad.
Este libro me ha gustado bastante. El autor escoge el color "amarillo"para comparar la fuerza del sol con la que tenemos que tener para superar una enfermedad como el cáncer. Se dice que la vida es un juego en el que unas veces se gana y otras se pierde, pero también hay momentos de diversión, de paradas a descansar... Las personas nos necesitamos unos a otros y, en los momentos en los que en nuestra vida hay huecos, necesitamos rellenarlos con alguien que nos apoye, nos escuche y sintamos que está a nuestro lado.
Albert Espinosa deja ver en su novela que, durante su paso por hospitales, llevando a cuestas la enfermedad, nunca estaba solo y buscaba lo mejor de todo en lo que lo rodeaba, y así llevar mejor esa trágica carga.
Miguel Nivel II A
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